El robo del siglo

In this gripping first-person account, a seemingly ordinary museum guard recounts the most audacious crime in modern Spanish history — the theft of the Crown Jewels from Madrid’s Royal Palace. Peninsular Spanish.

Nunca olvidaré aquella noche. Era el 14 de septiembre, víspera del Día Nacional, y el Palacio Real de Madrid brillaba con una luz casi teatral. Yo llevaba quince años como vigilante allí; conocía cada rincón, cada sombra, cada chirrido de los pasillos. Pero aquella noche, todo cambió.

Mi turno empezaba a las diez. A eso de las once y cuarto, escuché un leve zumbido procedente del ala norte, donde se guarda la colección de joyas de la Corona. Pensé que sería otro fallo del sistema eléctrico —no era raro que el cableado hiciera de las suyas—, pero algo me inquietó. Decidí acercarme, linterna en mano.

Al llegar, noté un olor extraño, a metal caliente y ozono. La puerta blindada estaba intacta, pero el panel de seguridad… fundido. Un agujero perfecto, redondo como una moneda de dos euros. No entendía nada. Cuando crucé el umbral, me quedé helado: las vitrinas estaban vacías. La corona de Isabel II, el cetro, la espada ceremonial… desaparecidos.