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El silencio del cuarto B 🏠

El silencio del cuarto B 🏠

In a quiet Buenos Aires apartment building, a long-time resident finally discovers a clue about the mysterious neighbour who only ventures out at night — and what lies behind their door. Argentinian Spanish.

Viví doce años en el mismo edificio de la calle Rivadavia, un lugar donde el olor a café se mezclaba con el de los jazmines del balcón. Los vecinos éramos casi una familia: Doña Elda del quinto siempre chusmeando, los mellizos del tercero armando quilombo los fines de semana… y el del cuarto B, el misterio más grande del consorcio.

Nadie sabía su nombre. Pagaba las expensas puntualmente, nunca saludaba, y solo lo veíamos de madrugada, bajando las escaleras con paso sigiloso, como si flotara. El portero decía que era traductor, otros juraban que trabajaba en algo turbio. Yo, la verdad, nunca supe qué pensar. Solo me llamaba la atención que su puerta, pintada de un gris gastado, nunca tuviera una mota de polvo.

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