Parte 2: El eco en la mente

In the comet’s wake, the world feels subtly but profoundly changed. Shared dreams, heightened empathy, and blurred boundaries suggest a latent human capacity has been activated. Valeria begins to suspect that the comet was not a visitor, but a catalyst—and that its effects may be irreversible.

Los días posteriores a Navidad fueron un delirio colectivo cuidadosamente disimulado. Nadie quería ser el primero en decirlo en voz alta, pero todos lo sentíamos: algo había cambiado. No de golpe, no como una explosión, sino como cuando te das cuenta de que una canción te viene siguiendo desde hace horas y recién ahora la reconocés.

En los laboratorios, los datos eran impecables. 3I/ATLAS ya se alejaba del sistema solar, perdiéndose en la negrura entre estrellas. Ninguna anomalía residual. Ninguna explicación clara. Sin embargo, la gente soñaba lo mismo. No imágenes concretas, sino estructuras: espirales, patrones, una sensación de pertenencia a algo vasto y antiguo.