PARTE I: La llamada
The President’s peaceful beachside retreat is abruptly shattered by an urgent call from the defence secretary. A mysterious ballistic missile is inbound, and early intelligence offers more questions than answers. The President must react instantly as his holiday transforms into a national crisis.
El sol de la costa de Oaxaca caía suave sobre la terraza de la villa presidencial, donde el Presidente Julián Herrera disfrutaba de un raro momento de tranquilidad. Vestido con una guayabera ligera y sandalias, veía el oleaje romper contra las rocas mientras sostenía un vaso de agua mineral con limón. Había pasado semanas soñando con ese instante de descanso, lejos de la Ciudad de México, lejos de reuniones, discursos y presiones.
El silencio era casi perfecto… hasta que su celular vibró con un tono que tenía años sin escuchar. Ese tono sólo lo usaban tres personas en el país: el secretario de la Defensa, la jefa de inteligencia y el propio jefe del Estado Mayor Presidencial. Su corazón dio un brinco.