PARTE II: Preguntas sin respuesta

Confusion and tension rise as the government scrambles to identify the missile’s origin, purpose, and trajectory. No nation claims responsibility, and the impact zone remains uncertain. With time running out, the President confronts the terrifying reality of a threat that cannot be explained—or stopped.

La villa se llenó de movimiento. Agentes del Estado Mayor entraban y salían, hablando por radios en clave, revisando mapas, monitoreando pantallas improvisadas en la sala principal. Lo que horas antes era un refugio de descanso ahora parecía un centro de mando improvisado.

El Presidente Herrera, con el ceño fruncido, caminaba de un lado a otro mientras recibía información fragmentada, inconclusa, a veces contradictoria.

—Señor, —dijo la jefa de inteligencia a través de videollamada—, rastreamos la señal térmica del lanzamiento, pero no coincide con ningún silo identificado. Podría ser un submarino o una plataforma móvil.

—¿Quién lo envió? —preguntó Julián.